domingo, 29 de noviembre de 2009

El porqué de este nombre "El cabrero cabreao"

Este llamativo nombre no es casual ni lo hemos pensado porque sí, bueno realmente es que ni lo hemos pensado y tiene su historia en una de las primeras rutas que este grupo realizó a finales del invierno del 2010, concretamente el 13 de marzo, comenzando en la Fábrica de la Luz cerca de Canillas de Albaida en Málaga.


Íbamos remontado el arroyo de la Cueva del Melero, el cual iba bastante crecido con las últimas lluvias (el invierno de 2009 nos había traído un invierno insólitamente lluvioso en Málaga), por una de sus veredas, que estaba bastante embarrada, cuando un personaje con botas de agua y muy simpático nos adelantó y saludó cordialmente, apuntándonos que ciertamente el río iba con bastante agua, como hacía bastante tiempo que no lo veía.

En fin continuamos nuestra enfangada pero agradable ruta hasta llegar al Cortijo del Chato, más o menos a la altura de la Cueva del Melero, que se encuentra al otro lado del río. La idea era cruzar el río y seguir montaña arriba, pasando cerca de dicha cueva, el cortijo de Paco el Manco, el de las Mininas y así hasta alcanzar un carril de tierra que viene del bonito pueblo de Salares y andar por él con dirección hacia el cortijo de los Aguaderos hasta que las piernas aguantasen.


Comprobamos, desde el Cortijo del Chato, que para cruzar el río había que atravesar un pequeño y rudimentario puente hecho de troncos que alguien había hecho. Cuando nos proponemos a bajar hacia el río vemos y oímos, desde la ladera de enfrente como el amable personaje de las botas de agua nos empieza a hacer aspavientos y a gritar que dónde íbamos, que aquello era privado, que el puente lo había hecho él sólo para poder cruzar él para que él pudiera ir en busca de sus cabras las cuales tenía en el redil natural de la Cueva del Melero.


Como no entendíamos muy bien, Jorge (uno de nuestros intrépidos senderistas) decidió bajar hacia el puente para encontrarse con el buen hombre para que nos explicara qué pasaba. El cabrero bajó raudo la ladera, tal cual una de sus locas cabras, quedando todos atónitos de lo rápido y ágil que lo hacía desde la Cueva del Melero hasta el puente del río. Jorge tardaba bastante en volver y cuando ya estábamos preocupados y decididos a bajar apareció nuestro valiente amigo Jorge acompañado del cabrero bastante mosqueado. Intentamos razonar con él, le enseñamos la ruta en mi recomendado libro "Disfrutar caminando por el Parque Natural de las sierras Almijara y Tejeda", le juramos que no nos interesaba ninguna de sus cabras, pero el buen hombre se negaba a dejarnos atravesar el río por su rústico puente y mucho menos acercarnos a la cueva, lo cual tampoco era nuestra intención. De hecho, decía que se acordaba de cuando vinieron a documentarse sobre los cortijos abandonados para las rutas de dicho libro. Y encabezonado con que aquello hacía años que estaba cortado al paso público, lo cual se contradecía con lo que la ruta marcada en el libro indicaba. En fin, ¡vaya rollo! por no liar el tema y teniendo en cuenta que esta gente de campo tiene mucha mala leche de cabra, decidimos seguir río arriba por la vereda que veníamos y seguir disfrutando de nuestro día de senderismo.

Más tarde Jorge nos comentó que cuando se encontró con el buen cabrero de las botas de agua se había puesto un poco violento aunque sin llegar a las manos, total que nos habíamos encontrado con "EL CABRERO CABREAO". Tomando el ansiado bocata salió el tema del cabrero y de ahí nuestra denominación de origen empezó a tomar fuerza.


En otro momento y con más tiempo iremos relatando cada ruta realizada, con la intención, al menos por mi parte, de que quede un recuerdo anecdótico más que como una documentación detallada de la ruta. Como bien dice JC, que algún día más o menos lejano podamos leerlo y nos podamos reír un poco.

Fotos de la ruta de La Fábrica de la luz

1 comentario:

  1. Recuerdo la ruta como muy bonita por la cantidad de agua que llevaba el riachuelo por las lluvias y como anecdótica por tenernos que descalzar en varias ocasiones para cruzarlo de un lado a otro.

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