lunes, 30 de noviembre de 2009

La primera de nuestras rutas: El Tajo de la Caína

La primera de nuestras rutas transcurre en la bonita Sierra de las Nieves, una de las pocas de Málaga, España y Europa que posee bosques de pinsapos. Somos afortunados de poder disfrutarlos y en concreto ese día decidimos hacer la sencilla pero espectacular ruta del Tajo de la Caína.

El día comenzó tarde ya que tuvimos que esperar a un par de familias, compañeros del trabajo que se unieron excepcionalmente a nosotros, aunque como la ruta es corta no nos impidió realizarla. Es más el llegar hasta el mirador de Ceballos en coche, el inicio de la ruta, lo que nos retrasó. Para acceder a este mirador hay que tomar un carril de tierra que está justo después de pasar el pueblo de Yunquera en dirección a El Burgo, dejando a mano izquierda una de sus torres vigía.

Una vez allí tomamos el caminito que desciende directamente hacia el bosque de pinsapos. El camino es muy accesible y de gran belleza y sobre todo espectacular en cuanto a sus vistas.




Quizás lo más "divertido" del camino fue ver como los críos disfrutaban de la sierra y también como las espaldas de sus padres sufrían.


Para coger fuerzas ya de vuelta tomamos un cafelito en el pueblo de Yunquera donde aprovechamos algunos para comprar castañas.

domingo, 29 de noviembre de 2009

El porqué de este nombre "El cabrero cabreao"

Este llamativo nombre no es casual ni lo hemos pensado porque sí, bueno realmente es que ni lo hemos pensado y tiene su historia en una de las primeras rutas que este grupo realizó a finales del invierno del 2010, concretamente el 13 de marzo, comenzando en la Fábrica de la Luz cerca de Canillas de Albaida en Málaga.


Íbamos remontado el arroyo de la Cueva del Melero, el cual iba bastante crecido con las últimas lluvias (el invierno de 2009 nos había traído un invierno insólitamente lluvioso en Málaga), por una de sus veredas, que estaba bastante embarrada, cuando un personaje con botas de agua y muy simpático nos adelantó y saludó cordialmente, apuntándonos que ciertamente el río iba con bastante agua, como hacía bastante tiempo que no lo veía.

En fin continuamos nuestra enfangada pero agradable ruta hasta llegar al Cortijo del Chato, más o menos a la altura de la Cueva del Melero, que se encuentra al otro lado del río. La idea era cruzar el río y seguir montaña arriba, pasando cerca de dicha cueva, el cortijo de Paco el Manco, el de las Mininas y así hasta alcanzar un carril de tierra que viene del bonito pueblo de Salares y andar por él con dirección hacia el cortijo de los Aguaderos hasta que las piernas aguantasen.


Comprobamos, desde el Cortijo del Chato, que para cruzar el río había que atravesar un pequeño y rudimentario puente hecho de troncos que alguien había hecho. Cuando nos proponemos a bajar hacia el río vemos y oímos, desde la ladera de enfrente como el amable personaje de las botas de agua nos empieza a hacer aspavientos y a gritar que dónde íbamos, que aquello era privado, que el puente lo había hecho él sólo para poder cruzar él para que él pudiera ir en busca de sus cabras las cuales tenía en el redil natural de la Cueva del Melero.


Como no entendíamos muy bien, Jorge (uno de nuestros intrépidos senderistas) decidió bajar hacia el puente para encontrarse con el buen hombre para que nos explicara qué pasaba. El cabrero bajó raudo la ladera, tal cual una de sus locas cabras, quedando todos atónitos de lo rápido y ágil que lo hacía desde la Cueva del Melero hasta el puente del río. Jorge tardaba bastante en volver y cuando ya estábamos preocupados y decididos a bajar apareció nuestro valiente amigo Jorge acompañado del cabrero bastante mosqueado. Intentamos razonar con él, le enseñamos la ruta en mi recomendado libro "Disfrutar caminando por el Parque Natural de las sierras Almijara y Tejeda", le juramos que no nos interesaba ninguna de sus cabras, pero el buen hombre se negaba a dejarnos atravesar el río por su rústico puente y mucho menos acercarnos a la cueva, lo cual tampoco era nuestra intención. De hecho, decía que se acordaba de cuando vinieron a documentarse sobre los cortijos abandonados para las rutas de dicho libro. Y encabezonado con que aquello hacía años que estaba cortado al paso público, lo cual se contradecía con lo que la ruta marcada en el libro indicaba. En fin, ¡vaya rollo! por no liar el tema y teniendo en cuenta que esta gente de campo tiene mucha mala leche de cabra, decidimos seguir río arriba por la vereda que veníamos y seguir disfrutando de nuestro día de senderismo.

Más tarde Jorge nos comentó que cuando se encontró con el buen cabrero de las botas de agua se había puesto un poco violento aunque sin llegar a las manos, total que nos habíamos encontrado con "EL CABRERO CABREAO". Tomando el ansiado bocata salió el tema del cabrero y de ahí nuestra denominación de origen empezó a tomar fuerza.


En otro momento y con más tiempo iremos relatando cada ruta realizada, con la intención, al menos por mi parte, de que quede un recuerdo anecdótico más que como una documentación detallada de la ruta. Como bien dice JC, que algún día más o menos lejano podamos leerlo y nos podamos reír un poco.

Fotos de la ruta de La Fábrica de la luz

sábado, 28 de noviembre de 2009

Creación del blog

En vista de que los integrantes que componen el intrépido grupo de senderistas que se reunen muy de tarde en tarde para hacer excursiones por el campo, están demasiados ocupados, creo yo el blog donde podremos ir escribiendo nuestras aventuras y desventuras.

El objetivo de esto es que cuando seamos viejecitos, aún más, tengamos un sitio que podamos consultar y donde recordemos nuestras hazañas campestres.

Pues eso, espero que vayamos contribuyendo todos a rellenar esta bitácora con el fin de, principalmente, pasarlo bien.