sábado, 10 de marzo de 2012

Los Sauces - Cortijo del Palancar - Peñón de Ronda


El otoño de 2011 no trajo ninguna nueva aventura y algunos de los integrantes del grupo, como yo mismo, teníamos "mono" desde hacía tiempo. Esta fue la primera ruta del 2012.

Pero lo primero, es lo primero. Dedicamos esta ruta al padre "espiritual" de nuestro grupo de senderismo, al diseñador de nuestra bandera y al alma del club: Johan Santaella porque es él quien hace fácil lo difícil, posible lo imposible, en los momentos en que a otros nos flaquean las fuerzas. Va por ti.

La excursión se realizó el domingo 4 de marzo. Tras una hora y media de coche desde Málaga, alcanzamos el carril que llevaba hasta Los Sauces. Pasamos la Cruz, y nos desviamos hacia el carril de la derecha, donde por fin encontramos el carril con cadena incluida donde acabó la parte sencilla en coche, para comenzar por fin la parte de caminata, a pie, .... y A DISFRUTAR.

Los dos integrantes del club que acudieron a la cita, desde el principio pensaron el fundador de nuestro club, como así lo recoge esta interesante foto. En el centro, Johan Santaella.


Tras escasa media hora de ascenso entre pinares, llegamos a un pequeño llano, que se aprecia al fondo de esta foto, por donde sobresale la techumbre del cortijo del Palancar y el último bólido que llegó a estos parajes....



"Cuentan que cuando el bandolero Pasos Largos estaba perseguido por la guardia civil se refugio una noche en el Palancar, donde también allí estaba pasando la noche una pareja de civiles. Avisados los cortijeros con una seña por el bandolero de su presencia, le comunicaron que la guardia civil estaba en el cortijo y le invitaron a marcharse por su propia seguridad, el bandolero no hizo caso a las recomendaciones de los cortijeros y paso la noche en los establos del cortijo, pared con pared con sus perseguidores, con buen criterio pensó que en el establo nunca lo buscarían."....bonita historia.... hubiéramos entrado en el establo a tomar fotos de haberlo sabido antes de la excursión ;-)

El peñón que se aprecia detrás es nuestro objetivo: el Peñón de Ronda.


Imaginamos una bonita casa rural en el cortijo del Palancar, porque la subida hasta aquí se podría hacer en coche, si no fuera por la cadena que existía al principio del carril y que nos impidió el paso. Y antes de comenzar el duro ascenso al Peñón, realizamos algunas bonitos fotos para el recuerdo, naturalmente, con ese flamante utilitario en primer plano ;-)


Terminada la sesión de fotos, comenzamos a ascender la ladera del Peñón, sin saber aún si podríamos llegar a la cumbre, porque el carril se había perdido, no había sendero,... y el libro gordo de Petete del miembro Salva no era muy clarificador.

Nos encontramos a algunos lugareños, pero no supieron darnos indicaciones, o al menos, no entendimos lo que decían....

BEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
BBBBBBBBBBBEEEEEEEEEEEEEEEEEE


Pero siempre hay un líder en el grupo, y en este caso, el senderista Salva tomó la cabecera del grupo y siguiendo su olfato de montañista experimentado, guió al resto por el mejor camino para alcanzar la cumbre... el único diría yo... porque más de una vez pensé ... ¿por dónde carajo se llega a la cima de este peñasco?


En el ascenso, una alberca para animalitos se cruzó en nuestro camino, y el fotógrafo del grupo (curiosamente, el mismo que ejercía de líder, a falta de nuestro fundador) decidió que aprovecháramos la oportunidad para hacer la posiblemente mejor foto de la excursión....



Mientras tanto, la ascensión continuó, entre mini-peñasco y mini-peñasco, intentando localizar una ruta, un sendero, una piedra que señalara que alguna vez un senderillo pasó ahí.... sin éxito... de modo que como muestran estas fotos, al final, el camino lo hicimos nosotros, porque ya sabe que, como dijo Antonio Machado hace algunos meses.... "caminante no hay camino, se hace camino al andar".





Tras ascender media hora por ese páramo de piedras, buscando el único acceso que parecía podía conducirnos a la cumbre...


llegó el momento de la gran decisión... campo o playa....el líder Salva escogió el campo, yo la playa, .... nos separamos, cada uno buscando un acceso "natural" a la cumbre... como lo muestra esta foto.... donde el líder asegura haber encontrado, detrás suya, el paso a la ansiada cumbre...

y como los integrantes del grupo reconocen al líder como tal, es por ello que todos los demás, sin rechistar, le seguimos. Yo mismo desandé lo andado, desistí de ir a la "playa", y me reuní con él... para continuar el ascenso...

Finalmente, conseguimos llegar hasta la ladera del Peñón de Ronda, que no la cumbre, para la que aún faltaba bastante...

En la siguiente fotografía se aprecia el preciado momento en el que el líder corona esta parte de la ruta.... comprobando la dificultad del acceso hasta aquí....


Llegados aquí, creíamos tener la cumbre cerca, y además, creíamos ser los primeros de la mañana en haber llegado hasta aquí. Habíamos visto que un grupo de 5 ó 6 senderistas nos seguían los pasos, y ellos no iban a ser los primeros en llegar a la cima... pero tampoco nosotros....alguien se nos había adelantado.......




Así que, desilusionados, apesadumbrados, destrozados, emprendimos el camino a la cumbre...


... y cuando llegamos a la cima... nos dimos cuenta de que aún no la habíamos alcanzado... de que estábamos en el hermano pequeño del Peñón de Ronda,... y justo enfrente... teníamos al hermano mayor...



los integrantes del grupo de senderistas "El Cabrero Cabreao" conocemos la dificultad que tienen las rutas, sabemos que sólo desde el sufrimiento se consiguen grandes hitos... pero esto era demasiado para nuestro pequeño grupo, demasiados traspiés, demasiados desengaños... justo cuando creíamos haber alcanzado nuestro objetivo...

Sin embargo, el líder sacó a relucir de nuevo su carisma, y su aplastante decisión de continuar, nos permitió alcanzar la cumbre, por fin, casi una hora después...

Aquí vemos al líder contento de haber vencido todos los contratiempos de esta ruta...


y a mí mismo, contento de haber seguido al líder hasta esta cumbre... porque sin su guía, y sin el libro gordo de Petete que a todas partes le acompaña, jamás lo hubiéramos conseguido...


Aquí vemos algunos de los integrantes de la ruta... también orgullosos de haber alcanzado la cumbre, el resto de integrantes estaban detrás de la cámara....porque no cabíamos todos en la pequeña cumbre, claro está....


En cuanto a la mejor foto de la ruta, debo decir que no es la de la fuente/alberca del principio de la ruta, ni mucho menos... la mejor es esta otra, ... sin lugar a dudas...


Le dije al líder que dejara el bastón en la cumbre, para recogerlo el próximo año, cuando el fundador y alma espiritual del grupo pueda acompañarnos... pero parece que hay mucha oveja descarriá suelta de la que no podemos fiarnos...

En cuanto a la vuelta, casi no hay testimonio fotográfico, no tuvimos tiempo de sacar ninguna porque hubiera significado estar más tiempo en medio de los matorrales con "pinchos" que nos rodeaban.... no hubo manera de encontrar el sendero de vuelta, un sendero que según el libro gordo de Petete estaba poco señalizado, y que yo añadiría, que ha desaparecido completamente.... Pasamos cerca de una hora, bajando por una cañada llena de espinos, que se clavaban incluso a través de los pantalones, buscando una ruta para no volver por el mismo sitio por donde habíamos llegado al Peñón de Ronda... una hora de sufrimiento y dolor, una hora de incontables calamidades, una hora del tamaño de cinco horas, ... por lo menos...

Aquí dejaré una prueba de todo ese dolor.... doble dolor si es dolor del líder... que nos duele a todos ...

Al final decidimos volver por la misma ruta, porque mejor regresar el mismo día, que pasar la noche bajo las estrellas...

En el camino de regreso, nos volvimos a topar con esa numerosa familia de ovejas, muy suyas, por cierto, porque por más que nos acercábamos a ellas para entablar una interesante conversación ovejuna, ellas corrían más, y más...

Al final, a las 16:34h llegamos de nuevo al coche. En total, cinco horas y cinco minutos de ruta. No está mal como primera ruta del 2012. Ojalá lleguen muchas más en el futuro...

La foto final muestra al líder y a este humilde escribano, y por supuesto, en el centro, el gran Johan Santaella, al que reconocerán sin lugar a dudas... jejejeje