Esta ruta fue planificada teniendo en cuenta la cantidad de lluvia que hubo durante el invierno, ya que Jorge quería ver "mucha agua".
A la hora de la vuelta al punto de inicio menos mal que apareció un lugareño que nos indicó un pequeño sendero que habíamos dejado atrás y que no lo vimos, porque si llegamos a seguir las indicaciones de Salva hubiéramos hechos unos pocos kilómetros más.
Cartel que aparecía al inicio de la ruta.
Prueba de cómo bajaba el riachuelo que nos marcó la ruta de ascenso.
Y claro, en algún punto no podíamos continuar y el camino nos obligó en varias ocasiones a tener que cruzar el río.
Poco antes de llegar a uno de los cortijos que atravesamos (el Chaparral) nos topamos con uno de los pocos pero quizás el más grande de todos los alcornoques de Sierra Tejeda.
LLegados a la zona cercana al pico del Lucero subimos a la carretera que bordea la montaña y decidimos inmortalizar el momento antes de la vuelta ya que empezaba a hacer bastante frío y no estábamos muy preparados.
Por cierto, esta foto es muy parecida a otra que he visto en alguna parte, ummm.... no sé.
Un alto en el camino para observar el agua que manaba desde la montaña. Como siempre Jorge muy feliz.
Y llegada a la fábrica de luz. Donde aprendimos una pequeña lección : Si te pones delante o al lado de Jorge en una foto, vigila sus manos si no quieres salir en la foto con una pequeña ornamenta ...